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Residuos como fuente de materia prima en la producción de Lana de Roca

La lana de roca es un producto totalmente reciclable, formado por una red de fibras que encapsulan aire en su interior, confiriéndole unas propiedades aislantes únicas. Este material se sintetiza principalmente a partir de roca volcánica y otros minerales abundantes. ROCKWOOL, que cuenta con diversas fábricas donde produce lana de roca para distintas aplicaciones, es una de las empresas líderes en el sector. A continuación, presentamos el caso de la fábrica de Navarra, que focaliza la producción de lana de roca para su aplicación en construcción como material aislante, gracias a sus propiedades térmicas, acústicas y de resistencia al fuego.

Lo interesante del proceso de producción de la lana de roca, es la incorporación de residuos como fuente de materias primas secundarias, contribuyendo de este modo a su valorización material y aportando un valor añadido al producto final. Como materias primas primarias, principalmente se emplea el basalto y otros minerales abundantes como la dolomita. En cuanto a materias primas secundarias, se distinguen dos tipos, las procedentes del propio proceso de producción y las procedentes de otras industrias:

  • De la propia industria se aprovechan los deshechos de lana de roca, donde se consideran los restos de línea y los restos generados en el corte del producto, los cuales sufren una valorización en origen. También se aprovecha la lana de roca utilizada como material para el filtrado de gases, una vez colmatada.
  • De otras industrias se aprovechan las escorias procedentes de la siderurgia y fundición de metales (férricos y no férricos), puesto que es un residuo disponible a nivel regional y tiene limitadas salidas para su valorización.

Siguiendo la norma ISO 14021, ROCKWOOL declara que la lana de roca sintetizada en Navarra contiene aproximadamente un 60% de material reciclado, del cual un 59%  es pre-consumo, rescatado durante un proceso de fabricación. El 1% restante es material reciclado post-consumo, que consiste en material utilizado en viviendas o instalaciones comerciales e industriales. En el post-consumo se incluyen las devoluciones de materiales de la cadena de distribución y los restos recuperados de la demolición de construcciones. Sin embargo, este último solo se aplica en países donde el sistema de reciclado de materiales de la construcción está más extendido, y donde hace más años que se viene utilizando la lana de roca como material aislante en edificación.

La fábrica de Navarra cuenta con un proceso de reciclaje interno que incorpora deshechos de lana de roca, escorias, finos de basalto y pequeñas cantidades de cemento, que actúa como agente ligante. Todo este material es compactado formando unos ladrillos de reciclaje que, una vez fundidos, se transforman en nueva lana de roca de calidad óptima.  Cabe mencionar que para la elaboración de los ladrillos de reciclaje solo se utiliza la materia prima secundaria de tamaño reducido, quedando las fracciones de mayor tamaño como inputs directos del proceso.

A continuación se presenta una tabla resumen de la composición aproximada del producto acabado, sin embargo cabe destacar que los materiales y porcentajes de materias primas suelen variar según la disponibilidad de los mismos.

taulaEl proceso de producción, a grandes rasgos, consiste en la fundición de las materias primas a temperaturas superiores a los 1600ºC. Una vez se obtiene una masa líquida, se convierte en fibras mediante un proceso de centrifugado, acto seguido las fibras se impregnan con aditivos aglomerantes y aceites impermeables para formar la masa de lana de roca. Finalmente se lleva a cabo un proceso de corte para darle las dimensiones deseadas.

RW_proceso_fabricacion_556pxDe acuerdo a la declaración ambiental de producto, otro aspecto destacable que pone de manifiesto el compromiso de ROCKWOOL con el medio ambiente, es el aprovechamiento de las aguas pluviales en el proceso, y la recuperación y reutilización del 100% del agua industrial, contribuyendo de este modo a la reducción del consumo y vertido de aguas residuales. A su vez, por lo que a emisiones a la atmósfera se refiere, los límites autoimpuestos por la compañía cuentan con un nivel de  exigencia superior a lo establecido en la actual normativa en materia de calidad del aire.