En los últimos años, el aumento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos se ha convertido en un problema de gestión. Los RAEE están considerados actualmente como uno de los flujos de residuos con más crecimiento en la Unión Europea, con una tasa de crecimiento del 3 – 5 % anual. A pesar de la disminución de RAEE recogidos los años 2010 y 2011 atribuida a la crisis económica, se espera que vuelva a aumentar en un futuro.

Partiendo de que la legislación marca hasta el 2015 un objetivo de recogida anual de 4 kg/habitante, si se llegara a este objetivo se recogerían un total de 187.000 toneladas de residuos en el estado español, suponiendo que la población del 2015 fuera la misma que la del 2014 (46.771.341 habitantes). Un objetivo que parece de difícil alcance si se tiene en cuenta los datos de recogida más recientes, cuando se recogieron 3,5 kg/hab y 3,1 kg/hab respectivamente.

La transposición de la Directiva 2012/19/EU, de 4 de Julio de 2012, referente a los RAEE, mediante el Real Decreto 110/2015, de 20 de Febrero, incluye unos objetivos de recogida y reciclaje crecientes; partiendo el 2015 de unos objetivos de recogida del 45% de la media de aparatos puestos al mercado los 3 años anteriores, y unos objetivos de reciclaje del 65%, será necesario llegar el 2018 a unos objetivos de recogida del 55% y una tasa de reciclaje del 70%.

Alcanzar estos objetivos comportará una necesidad de mejora en la recogida y el tratamiento de estos residuos, a la vez que un aumento de los materiales recuperados y reintroducidos al ciclo productivo como primeras materias secundarias. Con estos objetivos podemos estimar la cantidad de residuos que se tendrán que recoger y reciclar los siguientes años: los años 2016, 2017 i 2018 se deberían de recoger entorno 250.000 toneladas, 285.000 toneladas y 310.000 toneladas, respectivamente [tabla 1].

Los RAEE comprenden diferentes tipos de aparatos, con una composición también diversa. Aproximadamente, los metales representan la fracción más grande (60%), seguida de los plásticos (21%). Entre estos materiales, toman especial relevancia por su abundancia el hierro, el cobre, el aluminio y los plásticos; y por su valor, los metales preciosos, como la plata, el oro y el platino, así como los materiales considerados como críticos para la Unión Europea

El reciclaje de los RAEE ofrece, pues, la oportunidad de proveer al mercado de materias primeras secundarias, que juntamente con la necesidad de mejora de los procesos de reciclaje, pueden conllevar una oportunidad de negocio para el sector de la recuperación y los proveedores de tecnología.