mat

quimico (55)
plástico y caucho (39)
papel y carton (14)
Metal (12)
orgánicos animales y vegetales (26)
madera y biomasa (24)
inorgánicos y vidrio (10)
textil y piel (13)
Aguas industriales: Salinas, de proceso, residuales y/o depuradas (3)
Lodos EDAR/EDARi (1)
otros (18)

+



Lodos de depuradora de papelera reutilizados en la fabricación de ladrillos

La empresa, Gomà-Camps, productora del subproducto de este caso, se dedica a la fabricación y comercialización de distintos tipos de papel tisú, elaborado a partir de celulosa virgen y papel reciclado recogido selectivamente. El proceso de fabricación del papel tisú consta de una desintegración mecánica del papel en agua (pulping), depuración y lavado (separación de contaminantes de la pasta), destintaje, refinado (modificación de la morfología de las fibras del papel) y fabricación de la hoja de papel (máquina de papel).  En todas las operaciones del proceso se generan aguas residuales que son enviadas a la depuradora de la empresa, que consta de una etapa fisicoquímica y otra biológica, donde se produce el residuo de lodos de depuradora.

La analítica de estos fangos pone de manifiesto un poder calorífico de 1300 Kcal/Kg, una pérdida de humedad a 105ºC del 47% y un contenido del 29% de carbonato cálcico (CaCO3). Hay que tener en cuenta el porcentaje de materia orgánica, en un análisis típico de un fango de papelera tiene un 66% en peso de materia orgánica y un 34% en peso de materia inorgánica, y que en este caso gran parte de los lodos provienen de la decantación fisicoquímica.
Una parte de este residuo se gestiona por gestores autorizados, que introducen los lodos en su proceso de compostaje, y otra parte se gestiona como subproducto en la fabricación de ladrillos en el sector de la construcción.

La fabricación de ladrillos empieza con la clasificación de las arcillas y la mezcla de estas con lignito, es aquí donde se añaden los lodos de papelera (3-5%). La parte orgánica de estos fangos aportará porosidad al nuevo material y la parte inorgánica la densidad necesaria para la fabricación del ladrillo. Esta mezcla (arcilla, lignito y lodos de papelera) se tritura y se introduce en unos molinos que lo transforman en polvo. Se añade agua para obtener un barro que se envía a la extrusora y a los moldes en forma de ladrillo. Estos ladrillos (aun sin cocer) se secan previa entrada a un horno continuo que se calienta poco a poco hasta llegar a los 900ºC. Los ladrillos se dejan enfriar y se preparan para su expedición.

La gestión de lodos de papelera como subproducto ofrece al receptor la ventaja de sustituir una parte del combustible secundario (lignito) y sustituir una parte de materia prima (entre un 3 i 5% de arcilla sustituida por lodos de papelera) y por tanto, reducir los costes en materia prima. Por parte del productor supone un ahorro importante en los costes de tratamiento de residuos de lodos de papelera, una reducción de la gestión documental de residuos (no es necesaria la ficha de aceptación ni un transportista autorizado).

Para más información puede consultar la presentación adjunta: